May 5, 2024
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Un espacio de posibilidades

por Mónica Beck

Conocí a Víctor Benítez hace un año y sólo algo me impactó más que su indiscutible talento: su sencillez acompañada siempre de una sonrisa y el prodigioso asombro que todo buen creador debería poseer como constante.

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Hace unos días me reuní con él en un café del pueblo para platicar en qué había andado en los últimos meses, y me regaló una profunda reflexión sobre arte y sociedad: Vengo de un lugar en donde el arte no es lo de todos los días, me dice mientras los camiones de la costera pasan sin importarles nuestra conversación, hay un público, un sector de la sociedad que nunca se va a parar en las galerías… no han tenido mucho contacto sobre temas de arte y además todos están muy cansados al finalizar las jornadas de trabajo para siquiera pensar en ello.

 

Y es que los artistas son el producto inevitable de su entorno: la infancia y la primera familia se convierten en manantiales que nutren toda una vida de creación y para Víctor esto no es diferente. Durante nuestras extensas pláticas sobre arte, reconoce la fuerza de sus raíces y siempre recuerda con cariño a las personas que lo vieron crecer. Nació en Valle de Bravo a principios de la década de los ochenta. Ya en los dibujos de los cuadernos de la primaria se relataba el obvio desenlace que el destino le tenía preparado: me confiesa que su primer intento fue estudiar Diseño Gráfico, pero en el año 2000 entró en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de México en la ciudad de Toluca, cursando durante cinco años la Licenciatura en Artes Plásticas, con la especialidad de pintura.

 

Desde sus años de estudiante ha participado en varias exhibiciones colectivas, pero en el 2010 obtuvo la beca para Jóvenes Creadores del FOCAEM, con la que monta su primera exposición individual titulada Nomás un puño de tierra. La verdad es que la exposición se llamaba Dibujos de un diario vivir, algo así como los dibujos de todos los días, pero en el cartel escogí escribir Nomás un puño de tierra, pues quería acercarme con algo familiar a las personas que me conocen y escogí este nombre que es el título de una canción popular. Su explicación parece describir con demasiada sencillez un agudo grupo de diez pinturas, realizadas con un intento casi monocromático, en donde están retratados todos los actores de su vida familiar, acompañados de sorpresivos seres fantásticos que observan el acontecer cotidiano en forma crítica y nos empujan a profundas reflexiones sociales. Nomás un puño de tierra se canta en los funerales. Me parece que las cosas más comunes duran tan sólo un ratito, y nomás un puño de tierra queda sobre nuestras vidas cuando morimos.

 

Para Víctor la forma en que conviven los diferentes grupos sociales, en un pueblo tan pequeño como Valle de Bravo, lo lleva a un penetrante discurso social: En los museos y las galerías de nuestro pueblo se reúnen siempre los mismos; afuera, están todos los demás, comenta mientras señala hacia la iglesia de San Francisco. De la iglesia de San Francisco para arriba, hay otro Valle de Bravo, ahí no hay museos ni galerías, todo eso está por acá, por Santa María. Lo cierto es que todos los habitantes de Valle de Bravo nos damos a la difícil tarea de compartir las pequeñas calles de este fascinante pueblo mágico, con una población de altos contrastes culturales y económicos, muchas veces rozándonos, pero desafortunadamente sin lograr mezclar nuestro mosaico social. ¿Por qué sería diferente esta realidad en los círculos culturales y artísticos de nuestra comunidad? Crear espacios de arte urbano por donde todos caminan, para despertar la curiosidad, el asombro, la diversión en todos…, propone Víctor como una posible solución.

 

No me sorprende que el año pasado se convirtiera nuevamente en becario del FOCAEM, y que haya dedicado sus esfuerzos a llevar el arte hasta las paredes más escondidas: Durante cinco años fui frecuentemente al Centro de Rehabilitación Social como parte del apoyo que el Centro Regional brinda a la comunidad, para trabajar con las internas en talleres de arte, me relata con detenimiento mientras me muestra una cámara digital con fotografías de la inauguración de dos murales que realizó duranteel 2011. Esto se dio lugar en el patio de la sección de mujeres y el área de visita familiar, de lo que todos conocemos comúnmente como la cárcel de Valle de Bravo. Todo ese tiempo escuché sus historias y cómo casi todas eran víctimas de sus circunstancias, de la violencia familiar, de la pobreza. Muy pronto iba a terminar mi trabajo, de cada quince días, con ellas, y quise dejarles algo que les ayudara a reflexionar, y tal vez poder sobrellevar de un modo distinto su realidad. Mi idea era convertir las paredes grises que acompañaban a estas mujeres todos los días en un espacio de posibilidades. Le pregunté cuál había sido la reacción de las internas cuando les llevó la noticia de que había ganado la beca para realizar el mural: No me creían, me contestó a carcajadas, llevaba mucho platicándoles de mi proyecto.

 

El mural se inauguró el pasado 13 de enero y consta de dos paredes que abarcan 50 metros. El trabajo fue realizado en acrílico, con base en bocetos creados con la ayuda de la población interna: Para mí es importante su opinión, mujeres y hombres internos tienen que vivir con las imágenes ahí plasmadas durante muchas horas, que en algunos casos se convierten en toda una vida. El trabajo más íntimo de Víctor es un deleite de dibujos y pinturas insertados en universos de naves y seres fascinantes que me hacen imaginar posibilidades infinitas. Siempre le agradezco la honestidad del humor negro con el que fácilmente reflexiona sobre los contrastes más absurdos de la vida, y recomiendo su sofisticada expresión plástica a cualquier amante del arte de buena factura.

 

Su obra se puede encontrar en la Galería 303: un espacio artístico creado por Rodolfo Camacho que se encuentra en la calle de Salitre, cerca de Santa María. También prepara algo para un catálogo de dibujos de publicación independiente y trabaja en una novela gráfica con el tema de la difícil convivencia entre seres de un cosmos paralelo al nuestro plagado de diferencias sociales.

 

FOCAEM: Fondo Especial para la Cultura y la Artes del Estado de México.
UA EMEX: Universidad Autónoma del Estado de México.
CPRSVB: Centro Preventivo de Rehabilitación Social de Valle de Bravo.
e-mail: viktor_b_s@yahoo.com

jane@hnkstudio.com

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